CRÓNICA | La Eco Reserva de Ojén, un pequeño paraíso para la fauna autóctona andaluza situado a las puertas del Parque Natural Sierra de las Nieves, agoniza bajo el implacable peso de la ley. Por Esther Gómez
Ojén .- La Eco Reserva de Ojén, un pequeño paraíso para la fauna autóctona andaluza situado a las puertas del Parque Natural Sierra de las Nieves, agoniza bajo el implacable peso de la ley y la mirada angustiada de quienes consiguieron transformar una zona de caza en un santuario para animales como el ciervo, la cabra montesa y el muflón.
Sus impulsores querían que el visitante tuviera una «visión diferente de la naturaleza» a través del contacto directo con los animales, porque «de nada sirve trabajar por la conservación si el mensaje no se transmite a otros», explica a EFE el responsable del centro, Antonio Calvo.
La realidad es que esta reserva no es un zoo al uso, es un pedazo de monte vallado en cuyo interior los animales viven en libertad. Antonio siempre soñó con que un día pudiera ser como el parque Richmond en Londres o el Fénix en Dublín , pero la consejería asegura que en España la normativa no lo permite al estar en un entorno urbano.
Además de los que tienen nombre propio y numerosas aves silvestres, la reserva está poblada por más de un centenar de ejemplares típicos del monte mediterráneo como zorros, tejones, meloncillos, ginetas y garduñas que, si bien son nocturnos y algo más tímidos, están ahí y comparten hábitat con las manadas de ciervos, cabras y muflones.